lunes, 25 de julio de 2011

De la primera bronca

Ya decía yo que estaba tardando demasiado.
Y la culpa siempre fue mía, por refusarme a tirar mis libros. Libros que he juntado desde que era una niña interesada por el mundo de las letras, libros que me regalaron y leí con ansia, libros para los que ahorré y supliqué. mundos aparte, transportes a otro lugar lejos de este universo, que me transportaban con sus alas de papel hacia un recóndito lugar secreto cuya clave solo yo conocía.
Y que tengo que tirar, ¿en serio? No. Me da igual cuantas broncas me lleve, pero no pienso tirar uno solo de aquellos libros que tantas memorias me traen. Solo con sostener en mis manos a uno de ellos ya no tardo en recordar cuando lo leí, qué hacía... En la mesa, mientras comía, en el sofá mientras la familia veía la televisión, en el autobus, en el coche, andando por la calle... lo mismo da. Eran mi mundo, eran mi lugar donde siempre iba a ser acogida con las páginas abiertas. Y la sola idea de tirarlos me rompe el corazón, maldita sea.
Son míos y tengo derecho a guardarlos...
... ¿no?

2 comentarios:

  1. ¿Significa esto que no volveré a verte? No al menos, tanto como antes. Las mudanzas implica dejar cosas atrás, y con ellas, también amigos y familiares ,_,.

    ResponderEliminar
  2. Claro que volveremos a vernos, amor. No es la primera vez que nos separa un charco enorme jajajaja ¿recuerdas en Cazenovia? Pues igualmente, que a ver si te conectas un dia de estos!

    ResponderEliminar